Emeterio nació en 1889 en Baracaldo y Juana, un año después, en Bilbao. “A ambos les gustaba la vida aventurera por eso viajaron a Argentina, se casaron allí”. Contraen matrimonio civil el 30 de junio de 1917 en la ciudad de Santa Fe.Emeterio nació en 1889 en Baracaldo y Juana, un año después, en Bilbao. “A ambos les gustaba la vida aventurera por eso viajaron a Argentina, se casaron allí”. Contraen matrimonio civil el 30 de junio de 1917 en la ciudad de Santa Fe.

Vuelven al País Vasco. “Emeterio era muy activo, sabía francés y escribía en El Liberal, y como no quería estar controlado se fueron a trabajar y vivir a Antzuola”. A finales de los años veinte, Emeterio empieza a trabajar de contable en la empresa Olaran y Juana de costurera en su propia casa. Como el matrimonio civil de Argentina no les reconocía aquí vuelven a contraer matrimonio el 13 de junio de 1929, esta vez en la Iglesia de Arantzazu-Oñati”.

Rosa, la hija, nace el 25 de marzo de 1930 en Antzuola.

Tras el triunfo de las izquierdas, en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, la Monarquía borbónica es desterrada al basurero de la historia y se instaura la Segunda República. Emeterio que era ya republicano antes de venir a Antzuola, actúa como delegado del Gobierno provisional republicano en la proclamación de la República Española en esta villa. Es el 15 de abril de 1931:

“En la villa de Anzuola a quince de abril de mil novecientos treinta y uno, reunido el pueblo en la plaza del ayuntamiento, el delegado del gobierno provisional de la República Española, Don Emeterio Ortiz de Lejarazu y Zalbidea, desde el balcón principal del ayuntamiento declaró instaurado en este término municipal el nuevo régimen republicano, cuya declaración fue acogida con espontáneas aclamaciones y vivas a la República Española y Vasca. Acto seguido el mencionado delegado Don Emeterio Ortiz de Lejarazu y Zalbidea, entre continuadas aclamaciones, procedió a izar la bandera patria tricolor en el mástil del ayuntamiento, quedando de esta forma reconocido el nuevo régimen republicano por este vecindario.

Y para que conste firmamos la presente acta en esta referida villa de Anzuola, fecha ut supra.

El delegado: Emeterio Ortiz de Lejarazu. El secretario: Cruz Viteri”.

El domicilio familiar en Lapatza – Etxebarri se convierte a su vez en Casino Republicano.

Juana acude a Bilbao para dar a luz a su segunda hija, Azucena, que nace el 8 de abril de 1933. “A la abuela no le parecía seguro el parto en zona rural y por ello fue a Bilbao a dar a luz a nuestra madre”.

Con el inicio de la resistencia al golpe militar, se crea en los primeros días el Comité de Defensa de la República en la que Emeterio ejerce de Presidente como representante de Izquierda Republicana, junto a él están: Ciriaco Uriarte Jáuregui de la Unión General de Trabajadores, Donato Lamariano, Alcalde del Partido Nacionalista Vasco, Avelino San Sebastián de Solidaridad de Trabajadores Vascos, y los nacionalistas vascos Ventura Jáuregui Azcarate, Felipe Elorza Mendizabal, Melchor Gabilondo Legorburu y Antonio Jáuregui Beistegui.

Una de las primeras medidas que toman es la detención de los carlistas de la localidad, comprometidos con el golpe, que no huyen de la villa, los días 25 y 26 de julio de 1936. Los presos son trasladados unos a San Sebastián y otros a Eibar, desde aquí, los llevarán a Bilbao.

“Antes de entrar los sublevados en Antzuola, Emeterio, Juana, Rosa y Azucena huyen a Bilbao, a casa de unos parientes de nuestra abuela en la Ciudad Jardín. Allí vivieron los bombardeos sobre Bilbao, se metían en los túneles del funicular de Artxanda”.

Durante la resistencia al golpe militar, Emeterio desempeña su labor como responsable de finanzas del Frente Popular de Antzuola, con sede en los locales de Solidaridad de Trabajadores Vascos en Durango y como vocal del Consejo Provincial de Guipúzcoa de Izquierda Republicana, entre otros, junto a Victoriano Telleriarte de Bergara, su sede estaba en Campo Volantin, nº 8, primero de Bilbao.

Emeterio, como Presidente del Frente Popular de Antzuola, participa en calidad de testigo en febrero y marzo de 1937, en el juicio del Tribunal Popular en Bilbao contra los detenidos de Antzuola; en dichas declaraciones, de la misma manera que declara la militancia en el requeté de algunos, de otras personas detenidas dice que no cree que participarían en nada.

Emeterio huye a Francia, tras la caída de Bilbao, llega a Burdeos el 12 de agosto de 1937 y de allí a Barcelona el 27 del mismo mes. Participa en la retirada de Cataluña a Francia el mes de febrero de 1939. En fecha 21 de febrero de 1940 estaba en Lannemezan. En la que continuaba el 5 de mayo de ese mismo año. En esa misma localidad de los Altos Pirineos en el sur de Francia, en esa fecha, Josuren Gabilondo San Martin, Ramón Farraz Esquibel (Secretario de Izquierda Republicana de Bergara) y otros dos bergareses más estaban construyendo la cárcel local. Es posible pues, que Emeterio también estuviera trabajando en lo mismo. Se traslada a Marsella donde entra a trabajar en el Consulado Mexicano de esa ciudad, el mes de mayo de 1942 sale en el barco Nyassa llegando al puerto de Veracruz, en México”.

Mientras tanto Juana, Rosa y Azucena continuaban en Bilbao, “después de que unos curas les desvalijaron la casa en la que estaban, se fueron a vivir a lo viejo, a San Antón. La abuela, cosiendo sábanas para el Hotel Arana, es como pudieron vivir esos años, hasta que el año 1942, el abuelo les pidió que fueran a México. En el barco Magallanes fueron la abuela con las dos hijas, terrible las historias de los pasajeros del barco, se acordaban de una niña gallega que iba sola hasta la Habana donde le esperaba su padre. Llegaron a Veracruz, donde les esperaba el abuelo, este trabajaba como contable en la empresa Empacadora de Productos Tropicales, que empaquetaba piñas en Oaxaca mientras ellas vivían en Córdoba, en el estado de Veracruz. El refugiado estaba muy bien considerado en México, porque fueron personas bien formadas”

“Estuvieron de maravilla allí, vivían muy cómodamente en una Colonia Vasca en la que se ayudaban unos a otros, tenían electrodomésticos, como frigorífico y lavadora. La ama y la tía aprendieron un nivel aceptable de inglés, a escribir a máquina, les prepararon para trabajar. El abuelo enfermó y murió el 16 de noviembre de 1953 en Ciudad de México Distrito Federal”.

“La abuela nunca pensó quedarse en México, incluso nuestra madre tuvo un pretendiente de muy buena familia, y Juana le decía que nada de novios en México”.

Retornaron a Bilbao desde Veracruz, en la motonave Covadonga, junto a otras 470 personas, el mes de junio de 1954. “Cuando vinieron las llamaban las mexicanas, a ama le llevaban los demonios… aquí no tenían ni frigorífico, ni lavadora… fueron comienzos duros hasta que la ama y la tía empezaron a trabajar en unos laboratorios farmacéuticos de Bilbao, comprando esta casa del barrio de Begoña”.

“A Azucena le conocía porque vivíamos en el mismo barrio, luego bailábamos en las fiestas, hasta que un día le invité al cine y nos hicimos novios. Yo había ahorrado dinero para comprar una casa y le dije de comprar la casa y casarnos, y me dijo que casarnos si, pero en su casa, con su hermana, y así es como desde entonces vivo en esta casa, mi mujer murió con 79 años, de repente, cuando íbamos a ir de vacaciones, y cinco años después mi cuñada Rosa. Como hicieron muchas amistades en México, fuimos tres veces Azucena y yo allí, y aquí siempre nuestra casa estaba llena de mexicanos, seguimos teniendo amistades, ¡es que vivieron 12 años allí! Azucena había ido con nueve años y vino con veinte cumplidos”.

“Nuestra madre era muy alegre, siempre estaba cantando, sobre todo estas son las mañanitas, nos cantaba en nuestros cumpleaños”

Juan Ramon Garai
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